lunes, 29 de enero de 2007

¡No eres de mi propiedad!


¡Amar sin poseer!, Parece simple, es fácil de enunciar, pero endiabladamente difícil de adoptar como un auténtico código de vida.

Es necesario empezar por quitarnos y destruir mascara tras mascara de dobles, triples... o más falsas moralidades.

Amar simplemente por la maravilla misma que implica la fascinación que otro ser nos provoca con su simple existencia en nuestras vidas.

Alguien dijo alguna vez que “todo es nuestro en la medida que nada nos pertenece”, como la luz y el calor del sol, como el aire, como el brillo de los ojos de tus seres amados o el abrazo del hermano que te abrió el alma con transparencia, sin prometer nada, ni pedir nada, pero dispuesto a darlo todo.

Esa es una aproximación al estado de evolución emocional que deseo en el contexto de la esperanza de seguir acompañado de seres maravillosos y de maravillarse con la existencia misma.

miércoles, 24 de enero de 2007

Tal Vez

Qué hacer cuando ser uno mismo
es cine de terror,
qué hacer cuando el deseo
es policía del amor,
qué hacer cuando es un éxito
matar al perdedor,
qué hacer cuando la máscara
le sobra al impostor.

Tal vez huir,
huir a la vida
tal vez vivir,
vivir en la huida
tal vez.


Qué hacer cuando mirar no es ver
aquello que se ve,
qué hacer cuando el futuro
es un espejo en la pared,
qué hacer cuando el mercado
de almas es dogma de fe,
qué hacer cuando ser libre
es preguntarse: ¿para qué?

Qué hacer cuando los héroes
persiguen un balón,
qué hacer cuando es anónima
la carne de cañón,
qué hacer cuando los monstruos
se han cargado de razón,
qué hacer cuando el latido
ya dispara al corazón.

L. E. Aute

sábado, 20 de enero de 2007

Cine-Espejo

Apenas si me recupero de la impresión que me dejó la última cinta de Alfonso Cuarón, “Niños del Hombre”, para mi gusto la mejor de las que le conozco, en medio de mi ignorancia, me limito a decir lo que siento:

¡Que perfección de imagen, que sonido, que puesta en escena,! Una auténtica obra de arte que, si estas en el estado de sensibilidad adecuado, te revuelca para mostrarte una vez más la estupidez humana.

La canción “Plaga” de A. Correa le quedaría de “perlas”: “La peor pesadilla apocalíptica le quedó chica, así que dile adiós al planeta y no huyas, no hay lugar seguro; está donde quiera que vayas…”

No es ninguna metáfora exótica, es una viva fotografía del hombre y su peor invento: “La guerra”, se juega en la película con la “esperanza”, siempre en riesgo, tan frágil y tan apegados a ella.

Para mi no es una película de héroes y villanos, es solo una película de villanos respecto de los que uno llega a sentir satisfacción de imaginar en vía de extinción, “bueno, serán otros 100 años, cuando más de esos bichos” pensé en medio de uno de los diálogos, pero después sentí un poco de vergüenza de ese pensamiento, aunque, viendo el mundo como está, no me parece del todo descabellada la idea: En una cuantas centurias las nuevas selvas devorarán las ciudades y en millones de años los nuevos seres que poblarán la tierra se preguntarán lo que significaban nuestros edificios y nuestro concreto.

Puede ser por el crudo contraste entre la ternura y la crueldad, o por la capacidad de sorprender que tiene la película, o por las escenas que nunca había visto ni medio parecidas en lo “poco” que he visto, o porque es capaz de burlarse del espectador que cree intuir para donde van las cosas, o por la actuación tan soberbia de un excelente elenco, o simplemente porque anoche estaba más vulnerable que de costumbre, pero para mi “Niños del Hombre” es de esas que hay que repetir y repetir para disfrutar a fondo o terminar odiando el cine-espejo donde nos vemos tan nítidos.

jueves, 11 de enero de 2007

Don Juan me debe un insomnio

Yo no conocía al tal J. Drexler, lo había oído mencionar, pero bueno, me resbalaba, pero apareció de nuevo en su “blog”, así como en otros puntos estratégicos como para seguir ignorándolo.

Bueno, por fin lo conseguí: “12 segundos de oscuridad”, semejante título vende sin oír, aunque de no ser por las pistas yo, desconfiado de las apariencias, no lo hubiera comprado.

Y ¿que es esta poesía que me sacude?, que sonido tan parecido a .. que?, nada, que frescura, que buen gusto, ¡que diseño!.

No es buen negocio trasnocharse un miércoles cuando uno debe cumplir con horario, a veces es difícil disimular el sueño en la oficina, más cuando nos conocen los trucos, pero este descubrimiento bien vale una copa de vino para brindar, aún a solas, por un buen hallazgo.

Bueno Mosquera, todo esto es para decirte: ¡Thank You!, (¿Gustas ese lenguaje?) ahora confío más en su “buen gusto”.

Tiempo muerto

No ahorre tiempo, no es rentable...

¿Dónde guardamos el tiempo que no gastamos?, ¿Quién nos lo recibe?, al fin y al cabo, si es que pudiéramos recoger en algo el tiempo que buscamos con las carreras y los afanes, cuando lo necesitemos estará pasado, será tiempo de muy mala calidad, será tiempo cansado, tiempo viejo o tiempo enfermo y que además no sabremos en que usar, será ocio insensato, tiempo para el arrepentimiento y la culpa, tiempo para la queja y en todo caso, tiempo que dejamos de disfrutar cuando estaba fresco, sabroso, virgen, impetuoso.