martes, 8 de enero de 2008

Mal sueño

Soñé con una horrible sensación, intentaba gritar y maldecir y no podía, la angustia asfixiaba con mano de acero mi garganta y el odio envenenaba hasta la última célula de mi cuerpo; me invadía la desesperanza en su peor significado: Impotencia.
Me desperté con dolor en mis dientes, los puños apretados, apaleado mi cuerpo como si una noche hubiera dormido en el infierno de un secuestrado y entendí que mi pesadilla era un pálido reflejo, una broma cruel, del horror ajeno de cada día.
Malditas… alimaña de alimañas
En tu torre de babel
Y con sal en las entrañas
Me venís a hablar de miel
Ya no te creo nada de nada….

Aquí es donde quisiera que existiera Dios, porque el demonio deja mejor evidencia de su existencia.

Ruedan sinceras lágrimas por los santos inocentes… almas en pena

Ojala acabe pronto, aunque sea con la muerte

3 comentarios:

PALA dijo...

Amén, hermano.
El sabor amargo no se pasa con nada y menos con la hiel que nos ofrece esta realidad desvergonzada.
Ojalá acabe pronto.
Ojalá no olvidemos.
Ojalá se nos caiga la cara de vergüenza.
No creo que pase nada de eso pero eso no impide que lo siga deseando.

Siempre dijo...

Ni nuestras más locas ensoñaciones, se comparan a veces con perversidad de la realidad.
No olvides que la vida nos sorprende no sólo con el espanto.
Te abrazo, querido Teceo. ☼ ☺ ♪ ♫

juan dijo...

ese sueño también lo he soñado yo