Todo está a punto de terminar,
todo está a punto de comenzar,
mueren cada día etapas de nuestra vida,
morimos un poco con cada suspiro,
nacen otras angustias,
nacen otras alegrías,
nacemos un poco todos los días,
te me vas, vida, como me llegas,
si no, ¿donde metería lo nuevo?
La ley mas simple del universo
es no obstante enigmática e inexorable,
Pierdo amigos y contrincantes,
gano enemigos y otros cómplices,
pierdo antiguas fes,
gano nuevas incertidumbres,
lo que va quedando es un cuerpo
experto en fragilidad
duda que llaman madurez
ganas que no pares de nacer...
3 comentarios:
Habrá que partir, entonces,
de reconocer que somos un bien no renovable, o en su defecto un mal perpetuemente renovable.
Coincido con vos.
Esa sensación interna de ser un cedazo por el que transcurren tantas cosas y en el que se quedan tan pocas, es a veces desolador.
Sin embargo cuando miramos la carga que llevamos y comprobamos que la mayoría ha pasado más allá del filtro (los años), nos sentimos un poco más tranquilos y podemos sentarnos a leer en paz con nuestro menisco roto, nuestro lumbago o nuestra gastritis.
¡Qué bueno estar tan lejos y sentirte tan cerca, mi hermano!
ey!, la extrana sensaación de morir y renacer, alegrarnos por nada y estar tristes por mucho menos, ¿le pasara a alguien más?
Ahora que empiezo a volver del pasado, paso y te dejo un saludo y como siempre mi gusto por leerte y deleitarme.
Publicar un comentario